Artículo que está incluido en el eBook publicado por Lawyerpress: “Derecho Deportivo”.
A finales del siglo XIX, D. Sebastián le decía a D. Hilarión en la famosa zarzuela de La Verbena de la Paloma que “Hoy las ciencias avanzan que es una barbaridad”. Y esa frase está quizás más vigente que nunca, pues nos enfrentamos a situaciones no ya de innovación (que parece que es a lo que se refieren el boticario y su amigo) sino de disrupción. Negocios tradicionales como la banca, el transporte, la comunicación, la hostelería y el comercio están siendo devorados por nuevos jugadores que dejan obsoleto lo anterior: Amazon, Airbnb, Google, Uber o Netflix, entre otros.
Y el mundo del deporte no es ajeno a esta evolución: baste con mencionar el surgimiento de los e-sports como una manifestación de la nueva sociedad digital. En el deporte y más aún en el profesional, confluyen una gran disparidad de operadores (fans, jugadores, equipos, clubes o sociedades deportivas, federaciones, asociaciones, comités olímpicos, patrocinadores, productores de eventos, campeonatos o ligas, licenciatarios, fabricantes de productos deportivos, etc.) que interactúan entre sí en mayor o menor grado.
El abogado de derecho deportivo ha de dar respuesta a esas relaciones tan complejas, como si de un hombre renacentista se tratara. Debe abarcar el derecho administrativo y regulatorio, laboral, fiscal, penal, mercantil y propiedad industrial e intelectual, en sus vertientes nacional e internacional, coronando lo anterior con la resolución de posibles conflictos ante tribunales judiciales o arbitrales (institucionales o ad hoc).
En un reciente informe de PwC se señalaba que el mayor temor de la industria deportiva es el cambio en el comportamiento de las generaciones venideras.
Lo podemos percibir ya, por ejemplo, en el proceso de adjudicación de LaLiga sobre los derechos audiovisuales de las próximas campañas y la inquietud de que las televisiones no están dispuestas a desembolsar cifras astronómicas; o cómo Liberty Media está gestionando la cesión de los derechos audiovisuales de la Formula1 para canales online y en streaming con contenidos adicionales a los de la mera retransmisión deportiva en vivo, más propios de espectadores de edad adulta avanzada.
Así las plataformas OTT, aplicaciones deportivas y canales que se puedan visualizar a través de los móviles o las tabletas, están desbancando a los tradicionales canales de retransmisión de eventos en directo. Por ejemplo, Amazon ha ganado el concurso de la retransmisión en stream de todos los partidos de tenis de la ATP para Reino Unido por 10.000.000 libras esterlinas anuales.
Por lo tanto, la redacción de los contratos de comunicación pública, de derechos de imagen o de patrocinio habrán de cuidarse al detalle para prever estos nuevos medios de difusión y de ingresos (Por ejemplo, Ronaldo tiene más de 15 millones de seguidores en Instagram).
Pero no es solo eso, los nuevos aficionados están acostumbrados a visualizar sus deportes en sus terminales móviles, gracias a la gran capacidad de datos que pueden manejar y están abiertos a experimentar nuevas sensaciones como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA). Nuevamente, se deberá regular contractualmente los derechos económicos de la propiedad intelectual de esas experiencias puestas a disposición de los aficionados y de los propios clubes.
Y finalmente, la gestión del big data y su protección. Cada vez más la tecnología permite parametrizar todo movimiento y esfuerzo de los jugadores para obtener el mayor rendimiento posible gracias a los gadgets. Esos datos deberán ser protegidos mediante el contrato laboral o mercantil que los unan con sus equipos o patrocinadores. Pero también se podrá obtener un nuevo negocio con la comercialización del big data de determinados jugadores o equipos que tienen repercusión mundial. ¿Sería un hecho relevante los datos de un futbolista en un momento determinado en la cotización en bolsa de su equipo de fútbol?
En resumen, si no queremos quedar desfasados y obsoletos hemos de estar preparados para dar un buen asesoramiento cada vez más sofisticado y más internacional del mundo deportivo.
eBook de Lawyerpress: Derecho Deportivo – Artículo de Luis Sánchez
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Luis Sánchez Pérez
Director dpto. Mercantil en Medina Cuadros Granada y Especialista en Derecho Deportivo