La web jurídica “Lawyerpress” ha publicado un eBook titulado “Abogada. El papel de la mujer en la Justicia”, en esta edición ha colaborado Amelia Medina Cuadros, Abogada y Socia de Medina Cuadros, escribiendo un artículo en el que resalta el papel de las mujeres que se dedican a la práctica del Derecho en un despacho como Medina Cuadros.
“Las mujeres en los despachos”
- ¿Por qué las mujeres, siendo mayoría en el sector legal, no logran acceder a puestos de responsabilidad en los despachos?
No es del todo cierto que así sea. Sí que hay mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en los despachos, si bien, no lo hacen en la misma proporción que los hombres.
Es cierto que no toda mujer está capacitada para desempeñar cargos directivos o de responsabilidad; ni todo hombre, por supuesto. Pero no es menos cierto que las mujeres contamos con habilidades intrínsecas necesarias para puestos de responsabilidad que los hombres, por naturaleza, no poseen y deben aprender y aprehender.
Así, las mujeres históricamente venimos dirigiendo el principal “negocio” que mueve la humanidad: “la vida familiar”. Las mujeres, por naturaleza, venimos organizando equipos (la familia) a lo largo de la historia, somos resolutivas, previsoras, reflexivas, capaces de atender varios frentes a la vez y contamos con unas dotes de liderazgo incuestionables.
La cuestión es, si todas estas habilidades son necesarias para un puesto de responsabilidad, ¿por qué les cuesta tanto a los bufetes ceder estos cargos al sexo femenino?
La respuesta fácil sería alegar ‘el machismo’ como motivo último de esta situación, ya que los puestos directivos que deciden quienes ocuparán los cargos de responsabilidad, vienen siendo ocupados por hombres. En parte es cierto que el hombre se siente “amenazado” ante mujeres inteligentes. No lo digo yo, lo dice un artículo publicado en 2015 en la revista PERSONALITY AND SOCIAL PSYCHOLOGY BULLETIN. Según el estudio realizado, tras una entrevista a los participantes masculinos, estos dijeron sentirse menos masculinos ante mujeres con inteligencia superior a ellos.
Pero como digo, esa sería la respuesta fácil. Desde mi punto de vista, es una cuestión mucho más ambigua.
Es cierto que en la mayoría de los bufetes no se sigue un criterio meritocrático para acceder a puestos de responsabilidad, aunque poco a poco esta tendencia está cambiando dando paso a la profesionalidad como baremo objetivo, lo que repercute en una mayor visibilidad de la mujer en puestos directivos, demostrando de este modo sus aptitudes.
Ahora bien, hay un aspecto que no podemos eludir como “cooperador necesario” en esta cuestión, como es la actitud de la mujer ante la misma. Las mujeres somos conscientes de la entrega que este tipo de cargos requieren y ello, unido a la suma de obligaciones extraprofesionales que tenemos, hace que no peleemos por esos puestos de responsabilidad que tan merecidamente deberíamos ocupar, venciendo la inseguridad (o responsabilidad) a la ambición.
- ¿Cómo afecta el techo de cristal a las mujeres en el sector legal?
El techo de cristal en el sector legal, al igual que en otros sectores, es una realidad. El principal problema con el que nos encontramos, es que es una realidad visible en mayor medida para las mujeres, pero no así para los hombres. Me explico: Según los resultados del estudio presentado por la presidenta del CGPJ, para más de la mitad de los abogados (57%), la barrera invisible que desequilibra la proporción de hombres y mujeres en los altos puestos profesionales en favor de los primeros, es una realidad evidente. Pero repito, es evidente para ellas, ya que así opinan el 77% de las profesionales, frente al 40% de los compañeros. Es decir, solo una minoría de hombres dentro del gremio reconoce la existencia del techo de cristal y, mientras que esto ocurra, no se facilitará el acceso en mayor medida de la mujer a esos puestos de responsabilidad.
El problema del techo de cristal para el bufete es que puede generar la fuga de valores, ya que la mujer realmente válida que no es reconocida, buscará y encontrará una salida que le permita su realización profesional. No es casualidad que una de las profesiones que genera más emprendedoras sea la abogacía.
Debe ser un objetivo prioritario para los bufetes de abogados con vocación de perpetuidad el que sus Departamentos de Recursos Humanos ser rijan por criterios de calidad y excelencia y ello para dar el mejor servicio a sus clientes. Así, en Medina Cuadros, se valoran las aptitudes de los profesionales, contratando a las personas más cualificadas para cada puesto de trabajo, sin discriminar por el sexo del aspirante, siendo muchas las mujeres que ocupan puestos de responsabilidad. Quizás sea esa una de las razones por las que este 2018 cumplimos 40 años desde su fundación y continuamos creciendo. Destacar que mi mejor jefe y del que más he aprendido ha sido una mujer, cofundadora de la firma.
- ¿Se puede compatibilizar la vida personal, la de madre y la de profesional?
Desde mi punto de vista, esto es un trío irreconciliable. Cuando me hablan de conciliación familiar, respondo: “Concilia… ¿qué?” Por definición, conciliar consiste en compatibilizar dos elementos que son contrarios, pero si en la ecuación introducimos un tercero, resulta del todo utópico.
Pero ojo, la conciliación no entiende de sexos. Un hombre, al igual que una mujer, necesita poder conciliar su vida profesional y personal, su papel es muy importante en la estructura familiar. Es una necesidad social que nos incumbe a todos. Además, cada vez existen más familias desestructuradas (detesto este término) y los progenitores se encuentran con muchas más dificultades para organizar la logística familiar.
Los abogados sabemos mucho de conciliar, pero con otra acepción, es decir, somos expertos en poner a dos personas de acuerdo, pero nos queda un largo trecho para compatibilizar vida personal, familiar y trabajo. No olvidemos que en nuestra profesión el tema plazos y señalamientos nos condiciona enormemente y apenas nos permite flexibilidad alguna.
En general, las mujeres de hoy en día somos todoterreno o superwomen, por voluntad propia o por necesidad. Llevamos adelante la casa, el trabajo, los niños, las mascotas y, con suerte, nos dedicamos un par de horas a la semana de ejercicio físico, pero, aun así, nos sentimos frustradas ya que no llegamos a dedicarle el tiempo que realmente necesita cada una de estas tareas.
Hay una frase de una gran experta en visibilidad femenina, Yolanda Sáez de Tejada, que resume de un modo claro y conciso esta realidad: “las mujeres nos ocupamos tanto de cuidar a los demás y de trabajar, que nos olvidamos de brillar”.
Es cierto que no podemos volvernos incandescentes, pero sí debemos decidir dónde y cómo queremos brillar. Si optamos por llegar a todo, será bastante improbable destacar en nada.
- ¿Qué se puede hacer para mejorar la integración de la mujer en la vida profesional?
Aquí hay dos cuestiones diferenciadas a tener en cuenta para mejorar esta integración. Por un lado, no podemos olvidar que cualquier puesto de responsabilidad requiere un compromiso y dedicación absolutos, por lo que el primer paso y el más complicado (ya que hablamos de principios), habría que darlo a nivel personal, de manera que la mujer que decida enfocar su carrera profesional hacia un cargo de responsabilidad, deberá plantearse renunciar a parte de sus obligaciones familiares y personales y tendrá que tener capacidad organizativa y logística para delegar estas obligaciones a cambio de su realización profesional. Por lo tanto, no es posible integración sin delegación de funciones y sin el apoyo, en su caso, de la pareja.
Una vez interiorizado el sacrificio que supondrá asumir un cargo de estas características, el segundo paso será concienciar a los cargos directivos de los bufetes de que la mujer, más allá de ser una amenaza, es una alidada perfecta para la empresa, ya que nuestra visión difiere enormemente de la masculina y por lo tanto nos complementamos, nos reforzamos y juntos enriquecemos el trabajo de todo el equipo.
Como indica el propio nombre del cargo, la responsabilidad va íntimamente ligada al mismo, de manera que el que decida desempeñar un puesto de este tipo, sea hombre o mujer, deberá ser consecuente con la decisión tomada y por supuesto, evitar cualquier sentimiento de culpa o responsabilidad (que es lo más complicado principalmente para la mujer). Como anécdota os puedo contar (aunque es posible que levante alguna ampolla) que el día del parto de mi hija pequeña, tenía señalada una reunión importante con un cliente de mi cartera, a la que envié a otro compañero del bufete en mi representación. La reunión era a las 17 hs. y mi hija nació a las 16.30. Pues bien, a las 17 hs. conecté telefónicamente con la reunión lo cual agradeció enormemente el cliente, ya que para ellos yo era su persona de confianza en el despacho. A eso me refiero con responsabilidad y sacrificio.
Por supuesto que por parte de los bufetes y autoridades, hay que tomar medidas que ayuden a mejorar la integración y conciliación. Un horario flexible ayudaría enormemente a desempeñar el puesto con menos estrés, pero ello no va a evitar la renuncia de la que hablamos.
- ¿Es percibida una mujer al mismo nivel que un hombre en la alta dirección de los despachos?
Es importante que tengamos claro que hoy por hoy, por desgracia, una mujer debe trabajar más duro que un hombre y demostrar constantemente su valía para mantenerse en un puesto de alta dirección. Además, este esfuerzo extra, no va a ser reconocido ni recompensado. Es un hándicap que debemos asumir y lejos de desmotivarnos, nos debe impulsar a ser las mejores en nuestra profesión a través de una formación constante, lo cual redundará en nuestro beneficio y en el del resto de mujeres a largo plazo.
Por suerte cada vez son más los despachos como el mío, en los que no existe brecha salarial, de manera que el sueldo se fija en función del puesto sin hacer distinción de sexos, y eso ya es un avance.
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Amelia Medina Cuadros
Socia Abogada de Medina Cuadros y
Directora del Departamento de Formación y Auditoría Interna