Hoy en día, no paramos de escuchar referencias a la nube por todos sitios:
– “Mantén tus fotos del verano pasado a salvo en nuestra nube”
– “No pierdas ese contacto de ese cliente tan importante por cambiar de teléfono; guárdalo en la nube”
– Y un sin fin de expresiones similares
Desde hace mucho tiempo, la forma de actuar es la de instalar un determinado programa, ya sea adquiriendo su licencia o bien recurriendo a alternativas gratuitas, y posteriormente generar el documento que vamos buscando. Si debemos continuar trabajando en otro equipo, o bien nos remitimos la copia por correo electrónico para descargárnosla en el otro equipo o bien llevamos dicha copia en una unidad USB. Con el uso del portátil este problema está en parte solucionado, pero no siempre llevamos el portátil con nosotros.
A colación de lo anteriormente expuesto, nos encontramos con la necesidad de crear un documento entre varias personas, comenzando así un sin fin de reenvíos de correos entre todos intentando maquetar el documento final. La mayoría de las veces llegamos a un punto en el que es difícil saber cuál es la versión correcta en cada momento. Además, podemos encontrarnos con problemas de compatibilidad por las distintas versiones del programa en cuestión o directamente con programas que dicen ser compatibles pero que luego no lo son tanto.
Otra circunstancia con la que hemos tenido que lidiar durante los últimos tiempos es la de tener que estar pendientes de mantener una copia de seguridad de nuestros datos. ¿Quién no tenía en un pendrive todos sus documentos y de repente el ordenador no era capaz de leerlo? Igual teníamos información sin demasiada importancia, pero también existe la posibilidad de que esa información fuese vital para nosotros.
El mundo en que vivimos hoy en día se caracteriza por la necesidad de rapidez e inmediatez en casi todo: necesitamos las cosas aquí y ahora, y trabajando mediante el método tradicional, a veces, no es posible. Por eso, tenemos que buscar nuevas herramientas y cambiar nuestra percepción de cómo la informática nos ayuda en el día a día.
Vale, pero exactamente ¿qué es “la nube”?
Conocemos como “la nube” (o cloud, en inglés) a Internet y todos los servicios que emanan de sus posibilidades. En nuestro caso concreto, serían los servicios de productividad y organización, como discos duros virtuales, servicios de correo electrónico, aplicaciones de diversos ámbitos (ofimática, edición de imágenes/vídeo…)
¿Qué puede hacer “la nube” por mi en estos casos?
– El riesgo de perder nuestra información se reduce casi a 0. Disponemos de historial de los cambios que hemos ido haciendo en el documento, con la posibilidad de hacer que cualquiera de esas versiones sea la actual.
– Tenemos total disponibilidad de nuestros datos en cualquier sitio, sólo con una conexión a Internet. No obstante, si previamente hemos sincronizado el dispositivo, podemos trabajar sin conexión, y cuando la restablezcamos los cambios se sincronizarán automáticamente.
– Elimina la necesidad (en algunos casos) de instalar software y programas en nuestros equipos: trabajamos con aplicaciones web, por lo que sólo necesitamos un dispositivo con acceso a internet (ordenador, portátil, tablet o móvil) con independencia del sistema operativo que se use.
– El trabajo colaborativo se vuelve mucho más ágil y sencillo, ya que todos los usuarios pueden estar trabajando simultáneamente, y cada usuario viendo qué hacen los demás.
Igual así, tan genérico y sin mencionar servicios concretos, suena un poco distante, pero seguro que todos o casi todos usáis a diario el correo de Hotmail (Microsoft) o de Gmail (Google) y habéis compartido con amigos o familiares fotos o documentos mediante Dropbox. Las posibilidades son infinitas y somos nosotros los que decidimos hasta dónde queremos llegar. De hecho, este documento lo he creado con Google Drive, y lo puedes ver en este enlace: https://goo.gl/BzZNfe.
Diego Montesinos Hervás
Sistemas de Información MEDINA CUADROS
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